El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, declaró estado de emergencia debido a los miles de migrantes que están siendo enviados desde los estados fronterizos del sur. El argumento del funcionario es que la demanda de viviendas y otras ayudas que debe proporcionar la ciudad es "insostenible". Sin embargo, enfatizó que todos son bienvenidos.
"Una ciudad que se recupera de una pandemia mundial en curso está siendo desbordada por una crisis humanitaria hecha por la mano del hombre", dijo el alcalde. "Estamos al borde del precipicio... Necesitamos ayuda. Y la necesitamos ahora".
Como parte de la declaración de emergencia, Adams pidió ayuda financiera estatal y federal, así como una legislación federal que permita a los solicitantes de asilo trabajar legalmente más pronto, y planes federales para distribuir equitativamente a los solicitantes de asilo en todo el país "para garantizar que todo el mundo hace su parte."
El alcalde dijo que hacia el final del año fiscal esperaba gastar mil millones de dólares en ayudar a los migrantes recién llegados, muchos de los cuales dependen en gran medida de estas ayudas gubernamentales porque la ley federal les prohíbe trabajar en Estados Unidos.
A pesar de esta situación, el alcalde Adams enfatizó que todos los recién llegados son bienvenidos en la ciudad de Nueva York. Habló con orgullo de que históricamente ha sido lugar de desembarco de nuevos inmigrantes. Sin embargo, añadió que "aunque nuestra compasión es ilimitada, nuestros recursos no lo son".
De acuerdo con el mismo Adams, el sistema de refugios de la ciudad de Nueva York está sobrecargado. Una de cada cinco camas está ocupada por un migrante actualmente, y la repentina afluencia ha engrosado su población hasta alcanzar niveles récord. La ciudad ha abierto 42 nuevos refugios temporales, la mayoría en hoteles, pero el alcalde dijo que es necesario hacer más al respecto.
Dentro de las acciones que el alcalde de Nueva York quiere llevar a cabo para atender la situación están coordinar a las agencias de la ciudad para construir más centros humanitarios; acelerar el paso de los neoyorquinos de los refugios a las viviendas permanentes; y poner en marcha un proceso para que los residentes que tengan una habitación extra puedan alojar a los necesitados.
Eric Adams dijo que entre cinco y seis autobuses de migrantes están llegando por día, muchos de los cuales han sido fletados y pagados por funcionarios republicanos de Texas y Arizona que han tratado de presionar al gobierno de Biden para que cambie las políticas fronterizas, enviando a los migrantes a ciudades y estados del norte de tendencia demócrata.
"Dentro de varias generaciones, habrá muchos estadounidenses que rastrearán sus historias hasta este momento", dijo el alcalde Eric Adams tras declarar el estado de emergencia debido a la gran afluencia de migrantes en la ciudad. "Los nietos, que recordarán el día en que sus abuelos llegaron aquí, a la ciudad de Nueva York, y encontraron compasión, no crueldad, un lugar donde apoyar la cabeza. Una comida caliente. Una oportunidad de un futuro mejor.